El Fascinante Origen del Chocolate: De Ritual Sagrado a Delicia Mundial
¿Sabías que el chocolate, una de las golosinas más amadas en todo el mundo, tiene un origen antiguo y ritualista? Su historia se remonta a miles de años atrás, cuando las civilizaciones precolombinas de Mesoamérica fueron las primeras en descubrir los secretos de los granos de cacao.
América
Los primeros en cultivar y consumir cacao fueron los olmecas, alrededor del año 1500 a.C. en la región de Tabasco, México
Posteriormente, los mayas y aztecas adoptaron el uso del cacao pero no como lo conocemos hoy. Preparaban una bebida amarga y espumosa conocida como xocolātl, que combinaba pasta de cacao molida con agua y especias como vainilla y chile. Este brebaje se consideraba sagrado y se reservaba para rituales religiosos y la élite. El cacao era tan valioso que incluso se usaba como moneda en el comercio.
El primer europeo en probar el chocolate pudo haber sido Cristóbal Colón en 1502, aunque no le dio mayor importancia.
Cuando los conquistadores españoles, encabezados por Hernán Cortés, llegaron al Nuevo Mundo en el siglo XVI, se encontraron con esta bebida exótica y decidieron llevarla a Europa. Hernán Cortés fue quien realmente introdujo el cacao en España, enviando el primer cargamento en 1524
Europa
Sin embargo, la versión original era demasiado fuerte y amarga para los paladares europeos, por lo que empezaron a endulzarla con azúcar y especias como canela, lo que hizo la bebida más agradable al gusto europeo. Así nació el chocolate dulce que conocemos hoy.
Cuando el chocolate llegó a Europa en el siglo XVI, inicialmente estaba reservado para la aristocracia y la realeza. Su consumo era un lujo que solo las clases altas podían permitirse.
Símbolo de refinamiento: En los círculos aristocráticos y reales europeos, el chocolate se consideraba un símbolo de estatus social y refinamiento. Se utilizaba como una forma de impresionar a visitantes y dignatarios extranjeros.
Consumo en las cortes: El chocolate se convirtió en una bebida popular en las cortes europeas, donde se servía en lujosas presentaciones y con vajillas especiales.
Esto reforzaba la posición social de quienes lo consumían.
Aunque inicialmente estaba restringido a España, el chocolate se expandió lentamente por Europa, manteniéndose como un producto elitista. Por ejemplo, en Francia, alcanzó su apogeo tras el enlace de Luis XIV con María Teresa de Austria, una apasionada del chocolate.
Rituales y ceremonias: En España, el chocolate se convirtió en un elemento importante en celebraciones y eventos sociales de la corte. Se desarrollaron rituales específicos alrededor de su consumo, como el uso de la mancerina, un recipiente especial para servirlo.
Debate eclesiástico: La importancia del chocolate en la sociedad era tal que incluso generó debates teológicos sobre si rompía o no el ayuno eclesiástico, involucrando a varias autoridades religiosas, incluidos seis papas.
Innovaciones
Pero el chocolate que se consumía era solamente chocolate líquido. Era necesario otro cambio más.
En 1828, el químico holandés Johannes van Houten inventó una prensa hidráulica que permitió extraer la manteca de cacao de los granos tostados. Este fue un paso crucial, ya que redujo la grasa del producto y permitió crear cacao en polvo, que se mezclaba mejor con líquidos.
El verdadero pionero en la creación del chocolate sólido fue Joseph Storrs Fry, un empresario inglés. Fry utilizó la prensa hidráulica de van Houten y además empleó máquinas de vapor para moler el cacao. Su innovación consistió en mezclar:
- Manteca de cacao
- Azúcar
- Licor de cacao
Esta mezcla se vertía en moldes metálicos para formar las primeras tabletas de chocolate.
En 1847, la compañía de Fry lanzó al mercado la primera tableta de chocolate para comer. Este chocolate era más bien grueso y granuloso, pero representó un gran avance.
En 1875, el suizo Henri Nestlé dio otro paso importante al inventar el primer chocolate con leche. Esto amplió aún más las posibilidades del chocolate sólido.
Pero había una persona a quien eso no le bastaba.
El sueño de Rodolphe Lindt era hacer chocolate increíblemente suave, invirtió en algunos equipos de segunda mano y trabajó incansablemente, refinando el proceso y la fórmula. Un viernes por la noche, Lindt dejó la fábrica sin terminar su trabajo. Se olvidó de apagar la máquina mezcladora, o la dejó encendida intencionalmente, no sabemos con certeza. La máquina continuó funcionando durante todo el fin de semana. Cuando regresó el lunes, lo que encontró fue que su sueño se había hecho realidad: el chocolate era un líquido brillante y suave.
Es la técnica llamada "conchado", que consiste en amasar y remover la pasta de chocolate durante varias horas para lograr una textura más suave y cremosa.
Después de tostar y moler el cacao, la masa de cacao pura (llamada licor de cacao) se combina con otros ingredientes como el azúcar y la leche,después se suele moler finamente para preparar la mezcla para el conchado. Así es como funcionan las máquinas de conchado de última generación para lograr nuestro chocolate Lindt: un largo proceso de mezcla intensa, agitación y aireación del chocolate líquido calentado elimina la acidez y el amargor no deseados, no muy diferente de la evaporación. El tiempo que pasa en el conchado disuelve cualquier grumo para crear una textura de chocolate increíblemente suave.
Esta técnica ayuda a desarrollar los sabores del chocolate, eliminando sabores no deseados y realzando los agradables.
Se realiza en un equipo llamado "concha", que recibe este nombre por su forma original parecida a una concha marina.
Esto permitió crear un chocolate que se derretía en la boca, al que llamó "extrafino".
Estos avances tecnológicos y culinarios transformaron el chocolate de una bebida exclusiva a un producto sólido que podía ser distribuido y consumido masivamente. La creación del chocolate sólido revolucionó la industria y sentó las bases para la gran variedad de productos de chocolate que disfrutamos hoy en día.